Buenas prácticas agrícolas
Cobertura del suelo con materia orgánica
Cubrir los suelos con materia orgánica es una práctica benéfica para los cultivos. Colocar vegetación muerta o rastrojo inhibe la evaporación de la humedad al mantener el suelo bajo sombra y permite una mayor infiltración del agua; reduce la erosión, crea un hábitat para pequeños organismos y suprime el crecimiento de malezas, por lo cual se limita el uso de agroquímicos; además evita la compactación al disminuir la presión ejercida por ruedas de maquinaria y por las pisadas de los animales (FAO, 2023).
Otra alternativa para cubrir los suelos es por medio de cultivos de cobertura, que son plantas que se siembran entre los cultivos principales. Se cosechan al final de su ciclo de vida, o se dejan en el suelo para que se descompongan y aporten nutrientes y materia orgánica. Los cultivos de cobertura ofrecen los mismos beneficios que la cubrición del suelo en general. Esta práctica mejora las propiedades del suelo y favorece una mayor biodiversidad en el ecosistema agrícola (FAO, 2023).
Estos cultivos ofrecen diversos beneficios, por ejemplo:
- Protegen el suelo evitando que estén “desnudos”.
- Mejoran la estructura del suelo y evitan la compactación.
- Permiten una rotación de cultivos.
- Ayudan a eliminar o disminuir malezas y plagas.
- Contribuyen a reciclar los nutrientes (especialmente el fósforo y el potasio) y facilitan su disponibilidad para los siguientes cultivos.
- Actúan como “labranza biológica” (las raíces de algunas especies son capaces de penetrar capas compactadas, incrementando la infiltración del agua).
- Aprovechan los nutrientes que se pierden fácilmente como el nitrógeno.
cobertura de suelo con rastrojo
Fuentes:
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (2023). La importancia de la cubrición del suelo en la agricultura.
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) (2023). Cultivos de cobertura: una práctica beneficiosa para la agricultura y el ambiente.