La vainilla (Vanilla planifolia) es un sistema productivo de suma importancia para México desde tiempos prehispánicos, pues de las 15 especies mesoamericanas que hay de vainilla, nueve se encuentran en México. Es un producto mundialmente apreciado, que se utiliza como saborizante o aromatizante en productos muy diversos, como licores, refrescos, artículos farmacéuticos, cosméticos y artesanales, además de alimentos como pastelería.

Es una planta trepadora que se va adhiriendo a troncos y ramas que encuentra en su crecimiento. Las flores, de color amarillo pálido, tienen forma de racimo formando con la polinización una cápsula de color amarillo (al inicio), misma que se torna pardo-marrón cuando madura y se seca.

Se trata de una especie tropical que necesita temperaturas de 20 a 30 grados centígrados, gran cantidad de agua (2 000 y 3 000 mm de lluvia) y elevada humedad ambiental (alrededor de 70%), con una disminución de esta al momento de floración y formación de frutos. No resiste una iluminación muy intensa (requiere de árboles de sombra). En México el área productora de vainilla se localiza cerca de las costas y parte montañosa del golfo, siendo Veracruz el principal productor.

Esta planta, actualmente se encuentra catalogada como amenazada en la Norma Oficial Mexicana ECOL-059-SEMARNAT-2010 y enlistada en la categoría de alto grado de erosión genética según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por lo que su preservación es muy importante.

Vainas de vainilla