Sobre la Agricultura Sostenible en México
El sector agrícola tiene una relación de ambivalencia respecto al cambio climático, ya que es uno de sus mayores precursores, pero al mismo tiempo se ve gravemente afectado por los efectos del mismo. De acuerdo al Banco Mundial, la agricultura es la causante del 80% de la deforestación a nivel mundial. Esto junto con los cambios del uso de la tierra genera la cuarta parte de los gases de efecto invernadero (GEI) que se emiten en todo el mundo. Este fenómeno climático golpea con mayor fuerza a los países en vías de desarrollo, por su falta de resiliencia y medidas de adaptabilidad, lo cual supone un mayor riesgo para la agricultura y el suministro de alimentos y agua.
El enfoque de la agricultura climáticamente inteligente (CSA por sus siglas en inglés) ayuda a orientar las acciones necesarias para transformar y reorientar los sistemas agrícolas a fin de apoyar de forma eficaz el desarrollo y garantizar la seguridad alimentaria en el contexto de un clima cambiante. Esta persigue el triple objetivo de aumentar de forma sostenible la productividad y los ingresos agrícolas, adaptarse y crear resiliencia ante el cambio climático y reducir y/o absorber gases de efecto invernadero en la medida de lo posible. De igual forma, aborda los desafíos de la seguridad alimentaria y nutricional y el cambio climático, mediante el aumento sostenible la de la productividad agrícola, la mejora en los ingresos de los actores de los sistemas productivos, la construcción de resiliencia, la mejora de la capacidad de adaptación del sector agrícola y de su contribución a la mitigación del cambio climático.
La Agricultura climáticamente inteligente tiene como objetivo reducir las compensaciones y fomentar sinergias teniendo en cuenta estos objetivos para tomar decisiones desde el nivel local hasta el global y a través de horizontes temporales a corto y largo plazo y derivar soluciones localmente aceptables (BMZ).
Los elementos de CSA incluyen (BMZ):