
Sobre la Agricultura Sostenible en México
Los enfoques de agricultura de conservación tienen como objetivo conservar los recursos naturales al mismo tiempo que se aumentan los rendimientos y la capacidad de recuperación (FAO, 2012). Es un sistema agrícola que se basa en los principios interrelacionados de la mínima alteración mecánica del suelo, la cobertura permanente del suelo con material vegetal vivo o muerto y la diversificación de cultivos mediante rotación o cultivos intercalados. La agricultura de conservación proporciona: 1) una mejor infiltración de las aguas de lluvia (con reducción de la escorrentía, la evaporación y la erosión), 2) mayor biodiversidad y mayor contenido de materia orgánica del suelo, y 3) estructura del suelo mejorada (FAO,2012). Este sistema ayuda a los agricultores a mantener y aumentar los rendimientos y las ganancias, al tiempo que revierte la degradación de la tierra, protege el medio ambiente y responde a los crecientes desafíos del cambio climático.
Reducción o eliminación de labranza.
El objetivo es lograr un sistema de producción de cultivos sin labranza, pero el sistema puede involucrar sistemas de siembra con labranza controlada (que por lo general no perturben más del 20-25% de la superficie del suelo). Reducir la labranza tiene como beneficios:
Cobertura constante de la superficie del suelo, por ejemplo, mediante retención de residuos de cultivo.
La cobertura constante del suelo permite:
Uso de rotación de cultivos.
Mediante la diversificación de cultivos se consigue:
La agricultura de conservación es adecuada tanto para los cultivos de pequeña escala como para los de gran escala. Su adopción es particularmente atractiva en situaciones con gran escasez de mano de obra ya que las necesidades de mano de obra se reducen, y el uso de fertilizantes sintéticos, pesticidas y combustibles fósiles es mínimo (FAO,2012).